La emoción que te embriaga al entrar en tu futura casa es una de las cosas mas dificiles de describir. Despues de vivir en una residencia, compartiendo una habitación con otra persona, comiendo........mierda, por no decir algo peor y con alguien que te limpia, o es lo que dicen, la habitación, la espectativa de vivir como tu quieras y poder cambiarte de ropa en tu propia habitación sin el miedo de que calquier persona abra la puerta sin tocar o simplemente que el gel dure mas de dos semanas, por no hablar de no descubrir a alguien lavando la ropa con tu champú, que cuesta 7 euros........un año emocionante.....pero ahora estaré totalmente independizada.....aunque mis padres me sigan ingresando dinero cuando se los pido.
Este ultimo año he aprendido que los cambios son buenos, la vida se ve de otra manera cuando de un dia para el otro te encuentras en un sitio totalmente diferente en el que no conoces a nadie, te conoces a ti mismo a la vez que aprendes que debajo de la falda de mama se vivia muy bien.........
somos anormales, diferentes y tenemos pisoooo!!!