martes, febrero 05, 2008


Es curioso lo hondo que te puede calar una conversación cualquiera, en un día cualquiera, con una persona con la que has tenido miles de ellas. Es curioso lo sabio que puede ser alguien con tan solo 23 años y lo mas curioso es que ni siquiera lo sospecha. Pues que podemos esperar de la vida más que esta absurda existencia a la que nos sometemos desde antes de nacer, con una sociedad fuertemente anclada en valores erróneos que intentan enseñarte con su doble moral, que te obliga a posicionarte en un bando y después te juzga por ello. Como vivir en un mundo de hipocresía en el que todo a tu alrededor parece ser fruto de ella, en qué creer, en quién confiar, hacia dónde dirigirte. Pues en un mundo gobernado por la hipocresía, la vanidad y el egoísmo son las bases de aspiraciones vacías de ideales y llenas de papeles de colores, que al final son como todos los demás, se los lleva el viento, se queman por el fuego y nunca los tienes a mano cuando los necesitas. Solo me consuela saber que entre todo el cinismo, buscando muy al fondo te puedes encontrar con personas cuya aspiración en tan sencilla que parece imposible, la tranquilidad, tan infravalorada en estos tiempos toma un nuevo significado en personas realmente libres, independientemente del suelo por el que caminen, esas personas que no necesitan nada, pues parece que comen de ideales y viven bajo sus principios. El problema de las utopías es que cuando despiertas la realidad es inabarcable, solo nos queda cerrar los ojos y seguir la corriente o luchar contra la fuerza del mar, dos misiones suicidas y una conciencia para elegir.







Cuando sea mayor quiero vivir en un mundo creado por Moreno.

No hay comentarios: